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Patrimonio y Cultura
Conozca el mayor centro industrial de salazones de pescado del Imperio Romano en las ruinas de Troia y la biodiversidad desde un espacio solo para usted en medio de la naturaleza.
RUINAS
Descubra la isla de Ácala, como se la conocía en la Roma antigua.
A pocos minutos de la zona central de Troia, haga un viaje por el tiempo hasta las ruinas del mayor centro industrial de salazón de pescado del Imperio Romano, en uso hasta el s. VI. Piérdase por las fábricas, casas, túmulos y baños calientes y fríos.
Todos los años se descubren nuevos vestigios que puede ver en las exposiciones arqueológicas, visitas guiadas y eventos temáticos.
En el trozo de playa situado entre Troia Golf y Troia Marina, sienta el pasado de Troia y las historias de quién pasó por aquí.
CONTACTOS
Email: arqueologia@troiaresort.pt
Teléfono: +351 939 031 936
BIODIVERSIDAD
Siéntase en sintonía con la flora y la fauna de esta península que alberga más de 600 especies.
Duerma con el sonido del mar y permita que la fragancia de los pinos y los eucaliptos tranquilicen su respiración. Está a pocos pasos de un bosque frondoso, la vegetación que puebla las dunas, las lagunas azul brillante y la calma de los bancos de sal.
En este refugio de vida salvaje puede observar aves únicas en los árboles y cigüeñas en las chimeneas de Comporta, o caballos de mar y rayas en las aguas del Sado y la Costa da Galé. Un gran número de caminos que podrá explorar de la mano de la naturaleza.
La biodiversidad es un factor diferenciador de TROIA, lugar en el que se han inventariado hasta el momento más de 600 especias, entre las cuales:
233 de flora
152 de aves
12 de mamíferos
11 de reptiles
4 de anfibios
207 de organismos que viven en la zona intermareal.
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Playas
La península de Troia, es en realidad una duna de arena gigante que se fue formando a lo largo de miles de años.
En el límite del alcance de las olas se encuentran las primeras plantas colonizadoras, como la oruga marítima. Después, en la duna embrionaria, surgen plantas como el lastón y las algodonosas. Le siguen las dunas primarias, con crestas más altas y pocos años de edad, dominadas por el barrón. Tras estas cresas surge la duna secundaría, con décadas de edad y rica en pequeños arbustos aromáticos. Siguiendo hacia el interior, las dunas cada vez más antiguas soportan a arbustos de mayor porte como la retama blanca, el enebro e incluso el pino piñonero.
En invierno se ven con frecuencia en la orilla del mar pequeños bandos de pequeñas aves –los playeritos blancos– que en primavera migran al norte del Círculo Polar Ártico, donde anidan.
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Caldeira
La Caldeira de Troia es una laguna que la marea llena y vacía dos veces al día, dejando al descubierto el humedal que la bordea y su fondo de lodo. Forma una entrada del estuario del Sado en la península de Troia.
Se trata de una zona extremadamente importante como espacio de alimentación y reposo para un gran número de aves acuáticas como los playeritos, las agujas colipintas, las garzas y las serretas, lo que lo hace un lugar privilegiado para la observación de estas especies.
La Caldeira y el pinal que la rodea incluyen hábitats de conservación prioritaria a nivel europeo, lo que motivó su inclusión en el «Estuario del Sado» de la Red Natura 2000.
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Pinal
El pinal que cubre las dunas más antiguas de Troia está dominado por el pino rodeno y el pino piñonero y tiene una gran diversidad de plantas como el pimentero brasileño, el clavel marino y la camariña.
Merecen un destaque especial dos especies de enebro —la sabina y el juniperus navicularis– algunos de ellos centenarios, los líquenes, así como la linaria ficalhoana o el Ionopsidium acaule, dos pequeñas plantas que crecen en esta zona.
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Estuario
La población de delfines mulares del Sado es la única en Portugal y una de las pocas de Europa que vive en estuarios. Tróia-Natura, una empresa de SONAE Capital, contribuye a su conservación a través de varios proyectos.
A lo largo de la orilla de la península de Troia hay praderas semi sumergidas de hierbas marinas que funcionan como un auténtico criadero, donde se pueden encontrar especies emblemáticas como caballitos de mar, calamares y almejas.
A lo largo de la orilla del Sado, aguas arriba desde TROIA MARINA, la típica playa de arena blanca cede terreno a una playa de piedras rica en biodiversidad, donde se pueden observar, Veretillum cynomorium, anémonas, cangrejos, gambas, caracoles de mar, babosas de mar, ostras, erizos, estrellas de mar y hasta huevas de moluscos y peces, entre muchos otros.