Un ambiente refinado, sobrio, pero no austero, elegante en su ligereza como anfitrión de viajeros, diseñado para ciudadanos del mundo, para enamorados de Lisboa, para aquellos a los que les gusta Portugal, para quien quiere descubrir una ciudad histórica.
Con capacidad para 122 plazas sentadas y abierto todos los días de 7:00 a 1:00, sugiere un embarque en un espacio amplio con almuerzos y cenas a la carta.
Un imponente bar situado en el centro recrea, de forma refinada, un ambiente que nos remite al interior de un vagón-bar, con una carta de picoteo que cumple la fiel tarea de ofrecer opciones que ilustran las diferentes materias primas regionales que llegan por vía ferroviaria a Santa Apolónia.